La irritación y la presencia de granos en
el cuero cabelludo son señales de inflamación y posibles infecciones. Usar
champús antibacterianos y evitar productos con sulfatos ayuda a calmar la
piel y controlar la aparición de granos. Mantener una rutina de higiene
capilar adecuada contribuye a restaurar la salud del cuero cabelludo y a
prevenir nuevos brotes.