Curar un cuero cabelludo lastimado
requiere cuidados específicos para evitar infecciones y acelerar la
recuperación. Utilizar productos calmantes, como los que contienen aloe vera
o caléndula, y evitar peinados o productos agresivos, es esencial. Mantener
una hidratación adecuada y un entorno limpio contribuye a la curación y al
confort del cuero cabelludo.