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Aunque esta sustancia es muy usada en la medicina estética para desvanecer las arrugas del rostro, es importante hablar de lo que es la toxina botulínica para saber quiénes son candidatos a recibirla y en qué casos, tanto médicos como cosméticos, se aplica.
¿Qué es toxina botulínica?
La toxina botulínica es una neurotoxina elaborada por una bacteria llamada clostridium botulinum que es capaz de producir parálisis muscular.
En el campo de la medicina se utiliza como tratamiento terapéutico para disminuir los efectos de enfermedades neurológicas que causan hiperactividad muscular. Por lo general se aplica en forma de inyecciones y quienes las reciben son aquellas personas con:
– Enfermedades neuromusculares como esclerosis múltiple, miastenia gravis, distonia cervical.
– Debilidad en determinados músculos faciales como párpados caídos o ptosis.
– Estrabismo, parpadeo incontrolable.
– La piel muy gruesa.
– Facciones asimétricas.
– Migraña crónica.
– Vejiga hiperactiva.
La bacteria clostridium botulinum produce siete formas distintas de neurotoxina botulínica que van desde la TbA hasta TbG; los subtipos más usados para la aplicación médica o estética son la toxina botulínica tipo A (TbA) y la toxina botulínica tipo B (TbB).
¿Cómo se usa en la medicina estética?
En el campo de la medicina cosmética, la toxina botulínica paraliza los músculos del cuerpo, por lo que se usa para evitar que se desarrollen arrugas o que la gente sude demasiado.
- Para el rostro
Este tratamiento estético utiliza pequeñas dosis de toxina botulínica para reducir las arrugas faciales, pues bloquea determinadas señales nerviosas que producen la contracción de los músculos.
Cuando los músculos se relajan, se reducen las líneas de expresión y por tanto las arrugas; el efecto dura aproximadamente entre 3 y 6 meses, por lo que es necesario realizarlo de nuevo para conservar la piel lisa.
- Para la hiperhidrosis
La hiperhidrosis es la sudoración anormal y excesiva de manos, axilas o plantas de los pies que no necesariamente está relacionada con el calor o el ejercicio. Es un padecimiento que puede llegar a empapar la ropa del paciente y generarle vergüenza y ansiedad.
Uno de los tratamientos para evitar el exceso de sudor son las inyecciones de toxina botulínica porque esta sustancia bloquea temporalmente los nervios que causan sudoración por aproximadamente 12 meses.
Después de este tiempo, es importante que el paciente se acerque a su médico para saber si se puede aplicar el tratamiento de nuevo.
Beneficios de la toxina botulínica
Los siguientes son algunos de los beneficios de la toxina botulínica, explicados de manera general. Sin embargo, si la persona quiere conseguir buenos resultados, la recomendación es que el especialista sea quien la guíe respecto a la cantidad de dosis que necesita según su caso particular.
– Se utiliza para prevenir el desarrollo de arrugas.
– Su aplicación no requiere de cirugía y se trata de un proceso ambulatorio.
– Los efectos del tratamiento comienzan a verse entre el tercero y cuarto día, alcanzando el máximo efecto después de 7 o 14 días.
– Tiene un efecto educador en la piel, es decir, cada vez se necesitan menos tratamientos porque la musculatura facial no vuelve a contraerse de la misma forma que al inicio.
– A diferencia de lo que se cree, la toxina botulínica no tensa ni paraliza los músculos, sino que los relaja.
– Consigue la relajación del músculo excretor de las glándulas que producen sudor, por lo que evita la sudoración excesiva de axilas, manos y pies.
– Se utiliza para tratar problemas médicos como dolores de cabeza, incontinencia, acné, estrabismo, entre otros.
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