Toxina botulínica: Conoce su mecanismo de acción

La toxina botulínica tiene un mecanismo de acción que consiste en el bloqueo selectivo, temporal y reversible de la neurotransmisión en las terminaciones periféricas colinérgicas de la unión neuromuscular, produciendo debilidad y atrofia en el músculo infiltrado. 

Es por eso que la neurotoxina llamada toxina botulínica elaborada por la bacteria denominada Clostridium botulinum, presente en la naturaleza, y popularmente conocida como bótox; se utiliza para producir parálisis muscular y para tratar enfermedades neurológicas relacionadas con la hiperactividad muscular. 

¿En qué consiste su mecanismo de acción?

Su efecto farmacológico se produce a nivel de la unión neuromuscular. El mecanismo de acción de la toxina botulínica consiste en la liberación de aceticolina, un neurotransmisor necesario para producir la contracción muscular.

Lo que se traduce en una parálisis muscular temporal. El efecto final es una quimiodenervación temporal en la unión neuromuscular sin producir ninguna lesión física en las estructuras nerviosas.

Es decir, las inyecciones de bótox bloquean determinadas señales químicas de los nervios, principalmente las señales que hacen que los músculos se contraigan. 

Usos más frecuentes de la toxina botulínica 

Se usa tanto en el ámbito médico como en el estético por sus beneficios: 

Distonías: Aunque se puede usar para tratar numerosas enfermedades neurológicas, su uso más frecuente es para algunas enfermedades caracterizadas por movimientos involuntarios, especialmente las distonías. Sobre todo las distonías focales, que se caracterizan por afectar a un único músculo o un grupo muscular, y que son más recurrentes en la edad adulta.  

Otros tipos de distonías en los que funciona muy bien el tratamiento con toxina botulínica son: la distonía cervical (espasmos de cuello) y ciertas distonías de miembros denominadas ocupacionales. El beneficio terapéutico en el caso de las distonías oromandibular y laríngea suele ser más directo.    

Contracturas musculares: Se pueden tratar con las inyecciones de bótox, que ayudan a relajar los músculos contraídos. 

Trastornos neurológicos: Como el espasmo hemifacial, ciertos temblores y la rigidez o espasticidad. 

Hiperhidrosis: Que es la sudación excesiva de palmas y/o axilas; 

Vejiga hiperactiva: Reduce la incontinencia urinaria. 

Migrañas crónicas: Cuando se producen más de 15 días al mes.   

Medicina estética: Se utiliza la toxina botulínica para evitar que ciertos músculos se contraigan, lo que bloquea o minimiza su capacidad de movimiento. Modula también los movimientos de la piel, y evita la formación de líneas de expresión o arrugas, especialmente en la frente, el entrecejo y las patas de gallo.   

Efectos secundarios 

Algunos de los efectos secundarios que pueden producir las inyecciones de toxina botulínica son: 

  •  Dolor, hinchazón o hematomas en el lugar de la inyección
  •  Dolor de cabeza
  •  Sequedad ocular o lagrimeo excesivo 
  •  Párpados caídos
  •  Sonrisa torcida y babeo
  •  Debilidad muscular 
  •  Problemas de visión
  •  Problemas para hablar o tragar 
  •  Pérdida de control de la vejiga 
  •  Problemas respiratorios  

En todos estos casos se debe consultar al médico, para tratar los efectos secundarios a la brevedad. El bótox siempre se debe usar bajo supervisión médica, ya que si las inyecciones no se administran de manera correcta se pueden producir efectos peligrosos. 

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