La alopecia femenina es un suceso habitual en la sociedad actual. Y es que, aunque se pensaba que la calvicie era una enfermedad capilar asociada sólo a los hombres, cada vez son más las mujeres que recurren a las soluciones capilares.
Se trata de la pérdida anormal del pelo que puede afectar al cuero cabelludo u otras zonas de la piel en la que existe cabello. La forma más frecuente es la alopecia androgénica, también llamada alopecia androgenética o calvicie común, que es diagnosticada en el 95% de los casos. Esta afecta principalmente a los hombres pero también, aunque menos frecuentemente, a las mujeres.
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Como decíamos, la alopecia femenina consiste, simplemente, en la pérdida del cabello. Sin embargo, el patrón que sigue esta caída es distinto a los casos masculinos.
Aunque la calvicie en los hombres puede repercutir también de forma negativa en la autoestima, resulta particularmente incómodo para las mujeres. Debido a la presión social por mantener una estética adecuada a los patrones establecidos, la alopecia en mujeres genera inseguridad.
Edad media de la alopecia femenina
La edad media a la que pueden comenzar a surgir los problemas de cabello es alrededor de los 16 años. Pero también entre los 45 y 50 años. No obstante, esta casuística puede ocurrir en cualquier momento de nuestra vida.
A continuación te contamos los tipos de alopecia que existen y que pueden generarse tanto en hombres como en mujeres.
Alopecia androgénica: En el patrón femenino, la pérdida de cabello es difusa, no se producen zonas de calvicie total y queda respetada la línea de implantación anterior, es decir no existen entradas.
Alopecia areata: Es un tipo de caída del cabello que ocasiona parches redondos. Los folículos pilosos no quedan destruidos con esta enfermedad, por lo que el pelo puede volver a crecer.
Alopecia traumática: Son todas aquellas producidas por traumatismos físicos como tracción, presión o tricotilomanía.
Alopecia difusa: La alopecia difusa consiste en una pérdida de cabello más o menos intensa, aguda o crónica, pero reversible y no localizada en una determinada porción del cuero cabelludo.
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